En el post del día de hoy decidí ampliar la información sobre Samhain (sigo sin ideas nuevas ^_^*). En el post en el que me referí al origen de Halloween y también en el del origen de la costumbre de disfrazarse en Halloween menciono Samhain.
Como fue mencionado en posts anteriores, es una festividad de origen celta, de hecho era la más importante del periodo pagano que dominó Europa hasta la evangelización del cristianismo, en la que se celebraba el final de la temporada de cosechas en la cultura celta y era considerada como el “Año Nuevo Celta”, que comenzaba con la estación oscura. Es tanto una fiesta de transición (el paso de un año a otro) como de apertura al otro mundo. Ha sido practicada desde hace más de tres mil años por los pueblos celtas que han poblado toda Europa. En la actualidad Samhain continúa celebrándose por los numerosos y crecientes seguidores de movimientos neo-paganos, como la Wicca.
Por un lado encontramos que el origen pagano de la celebración podríamos atribuirlo a la celebración Celta, llamada “Samhain” y que tenía como objetivo dar culto a los muertos. La invasión de los Romanos (46 A.C) a las Islas Británicas dio como resultado la mezcla de la cultura Celta, la cual con el tiempo terminó por desaparecer. Su religión llamada Druidismo, con la evangelización terminó por desaparecer en la mayoría de las comunidades Celtas a finales del siglo II.
Tenía lugar el ritual de la quema de representaciones de todas aquellas cosas que habían causado miedo o dolor a lo largo del año, purificando las brasas del año viejo y esparciendo después las cenizas sobre la tierra.
Además, en la noche del Samhain las leyes de espacio y el tiempo desaparecen y cae el velo que separa el mundo de los vivos y de los muertos. Es una noche de espíritus, de reencuentro con los seres perdidos. Esa noche las puertas estaban repletas de alimentos y dulces, las ventanas de velas encendidas, para que los espíritus pudieran encontrar el camino hacia su antiguo hogar. Se ponían más sillas en las mesas para acomodar a los etéreos visitantes. También era el momento en que el mundo feérico abría sus puertas a los mortales, de forma que las hadas podían tomar maridos humanos, si es que alguno se atrevía a entrar en sus dominios.
Sobre la religión de los Druidas, no sabemos mucho pues no escribieron sobre ella, todo se pasaba de generación en generación. Sabemos, que las festividades del Samhain se celebraban muy posiblemente entre el 5 y el 7 de Noviembre (a la mitad del equinoccio de verano y el solsticio de invierno) con una serie de festividades que duraban una semana, finalizando con la fiesta de “los muertos” y con ello se iniciaba el año nuevo Celta. Esta fiesta de los muertos ere una de sus fiestas principales pues celebraban lo que para nosotros sería el “cielo y la tierra” (conceptos que llegaron solo con el cristianismo). Para ellos el lugar de los muertos era un lugar de felicidad perfecta en la que no había hambre ni dolor. Los celtas celebraban esta fiesta con ritos en los cuales, los sacerdotes druidas, sirviendo como “médium”, se comunicaban con sus antepasados esperando ser guiados en esta vida hacia la inmortal. Se dice que los “espíritus” de los muertos venían en esa fecha a visitar sus antiguos hogares.
La misma palabra fue usada para nombrar un mes en el antiguo calendario celta, en particular a las primeras tres noches de este mes con el festival marcando el final del verano y de las cosechas. En los idiomas gaélicos “Samhain” es la palabra para “noviembre” y puede significar “fin del verano”.
El calendario galo dividía el año en dos mitades, la mitad oscura comenzando en el mes de Samonios (lunación octubre-noviembre), y la mitad clara, comenzando en el mes de Giamonios (lunación abril-mayo). Se consideraba que el año comenzaba con la mitad oscura, así Samonios se convertía en el año nuevo celta. Todos los meses comenzaban con la luna llena y la celebración del año nuevo tomaba lugar durante las “tres noches de Samonios”, la luna llena más cercana entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno. Las lunas llenas marcaban el punto medio de cada mitad del año durante las cuales se celebraban festivales. El calendario de Coligny marca la luna de pleno verano, sin embargo, omite la de pleno invierno. El calendario fue diseñado para alinear las lunaciones con el ciclo agrícola, y la posición astronómica exacta del Sol se consideraba menos importante.
En la Irlanda medieval, Samhain permaneció como la principal festividad, celebrado con una gran asamblea en la corte real de Tara, durando tres noches, consistente con el testimonio galo.
La festividad céltica del Samhain se describe como una comunión con los espíritus de los difuntos que, en esta fecha, tenían autorización para caminar entre los vivos, dándosele a la gente la oportunidad de reunirse con sus antepasados muertos. Para mantener a los espíritus contentos y alejar a los malos de sus hogares, dejaban comida fuera, una tradición que evolucionó convirtiéndose en lo que hoy hacen los niños yendo de casa en casa pidiendo dulces.
Después de que los romanos conquistaran gran parte de los territorios celtas, estos influenciaron el mundo céltico con sus festivales a la diosa romana de la cosecha, Pomona. Más tarde, los cristianos calificaron las celebraciones celtas como una práctica herética, destruyendo bajo este pretexto gran cantidad de la cultura, monumentos, y tradiciones celtas, para afianzar su dominio político y social del viejo continente. Fue la época de sometimiento de los pueblos libres paganos, que eran convertidos al cristianismo demonizando sus creencias, adoptando sus festivales, y convirtiéndolos al cristianismo. Por el Samhain era costumbre vaciar nabos (posteriormente calabazas, debido a una tradición estadounidense) para ponerles dentro velas. Varios siglos después, esta tradición (que renace en la actualidad gracias al movimiento neo-pagano) tiene una falsa y deshonrosa continuidad en las fiestas comerciales de Halloween, que podrían ser una exportación de los irlandeses a Estados Unidos en el siglo XIX y principios del XX.
Samhain en la leyenda celta irlandesa
El Ciclo de Ulster está salpicado de referencias al Samhain. Muchas de las aventuras y campañas emprendidas por los personajes comienzan en la fiesta de la noche de Samhain. Un ejemplo de estas historias presentes en el folclore irlandés es Echtra Nerai, la aventura de Nera.