La bruja de Bell es una leyenda de EEUU. Se trata de familia Bell y los eventos extraños que ellos experimentaron en 1817 y en 1935 cuando la bruja había prometido regresar. John Bell Jr. Esribió sobre estos sucesos.
Según la leyenda, la primera manifestación del espíritu ocurrió en 1817, cuando John Bell encontró un animal extraño escondido entre los maizales de su propiedad. El animal, descrito como un ser dotado de cuerpo de perro y cabeza de conejo, desapareció cuando Bell comenzó a dispararle. Este incidente fue seguido rápidamente por una serie de sonidos extraños, ruidos de animales que batían las alas o roían madera; tales sonidos se escuchaban dentro y fuera de la residencia de los Bell. Repentinamente, una terrorífica presencia apareció en el dormitorio de la hija, Betsy. Le arrebató las mantas y susurró su nombre con una voz que erizó todos y cada uno de los pelos del cuerpo de la joven. Al principio, la familia intentó convencerse de que estos miedos eran causados por pesadillas terroríficas. Pero ese no era más que el principio. El maleficio creció más allá de cualquier explicación lógica y razonable.
Estos acontecimientos continuaron un año más, hasta que
John Bell los divulgó entre amigos de la familia, quienes más tarde afirmaron haber atestiguado tales fenómenos. James Johnston y Richard Powell, fueron los primeros en saber de estos extraños hechos y en experimentar el inolvidable fenómeno de primera mano. Hombres de buena reputación, pensaron que estas macabras alteraciones no eran más que fantasías… hasta que los gritos comenzaron a oírse en la quietud de una escalofriante noche. Al subir corriendo las escaleras, se encontraron a Betsy luchando por su vida mientras era arrastrada violentamente por el suelo por un ser invisible con una fuerza sobrehumana, que le arrancaba el pelo del cuero cabelludo. Suspendida en el aire, Betsy fue abofeteada, golpeada y maltratada, mientras su madre, su padre y sus amigos observaban con horror lo que ocurría, sin poder detener la paliza.
En este punto, los sucesos misteriosos experimentados por la familia Bell llegaron a ser muy conocidos en la comunidad de Red River (cerca de Adams, Tennessee). Se difundieron informes de una voz inmaterial que hablaba en voz alta, cantando pasajes de la Biblia y anticipando hechos que estaban ocurriendo simultáneamente a gran distancia.
Otro desarrollo importante de la leyenda es la implicación del futuro presidente de los Estados Unidos, Andrew Jackson, quien había escuchado hablar de los disturbios y decidió viajar a observarlos en persona, durante el año 1819. Al acercarse a la propiedad de los Bell, Jackson colisionó contra una presencia invisible que detuvo las ruedas de su carruaje. Entonces, uno de los custodios del político dijo en voz alta que se trataba de “una bruja doméstica” y propuso matar al espíritu. Inmediatamente después de esta agresiva manifestación, el hombre comenzó a gritar y a contorsionar raramente su cuerpo. Entonces Jackson
y sus guardaespaldas optaron por manifestar un discurso mucho menos peligroso; el futuro presidente afirmó que “prefería luchar contra la armada británica completa antes que combatir contra la bruja de los Bell”. Este segundo episodio, en realidad, se presume ficticio.
Este espeluznante ser atacó a la familia cada noche durante cuatro años. El fenómeno combinaba respiraciones, susurros, crujidos y gritos que iban en aumento hasta convertirse en ataques dignos de la peor pesadilla. Se presentaba repentinamente, los asustaba, los torturaba y luego desaparecía. Hasta la noche siguiente. Con cada brutal ataque, el ente se hacía más fuerte. Al final, les hablaba, se burlaba de ellos y les increpaba.
Toda explicación lógica apuntaba a la vecina de los Bell, Kate Batts, una mujer excéntrica, que la mayoría del pueblo consideraba una bruja. John Bell y Kate Batts eran más que vecinos. Fueron socios, aunque el negocio de tierras en el que se asociaron salió mal, y Kate se quedó con la sensación de haber sido traicionada y engañada. Delante de mucha gente, Kate maldijo no sólo a John, sino a toda su familia, que entonces vivía feliz y gozaba de buena salud, incluyendo a su hija Betsy. Las agresiones se intensificaron. La joven Betsy sufría ataques constantemente mientras dormía, era golpeada, arrastrada y atacada. La familia Bell se encontraba impotente, sin poder librar a su hija de este ser ineludible. Su rendimiento escolar empeoró. Comenzó a ver visiones… Cuando todo acabó, nunca volvió a ser la de antes.
El compromiso de Betsy Bell con un vecino llamado Joshua Gardner fue otro motivo de descontento de la “entidad invisible”, que los siguió y molestó toda vez que estuvieran solos y juntos. Finalmente, el acecho del fantasma condujo a Betsy a interrumpir la relación el lunes de Pascua de 1821.
Pero la voz sin cuerpo continuó comunicando su aversión por John Bell y su intención de matarlo. Bell, para entonces, sufría frecuentes espasmos y golpes faciales que muchas veces lo dejaban sin habla. La familia Bell culpaba a la bruja de las aflicciones de Bell, pero los estudios modernos demuestran que tales síntomas indican que John pudo haber sufrido lo que posteriormente se bautizó como “parálisis de Bell”, una parálisis de los músculos faciales. Esta enfermedad proviene de Charles Bell, el anatomista que descubrió tal condición. Cabe mencionar que este médico no tuvo ninguna relación con la familia Bell de Adams, Tennessee. El nombre es una pura coincidencia, y la parálisis de Bell no fue identificada hasta 1821, un año después de la muerte de la víctima de esta leyenda.
John falleció el 20 de diciembre de 1820. Un frasco pequeño que contenía un líquido no identificado, que habría ingerido, fue encontrado cerca de su cuerpo. Cuando esta bebida se le dio de tomar a un gato de la familia, el felino murió de inmediato. El frasco, entonces, fue arrojado a la chimenea. La familia dijo más tarde que, en ese instante, escuchó una voz que decía: “Oh, di a John una gran dosis de ese frasco ayer por la noche, y eso lo mató”. Durante el entierro de Bell, los huéspedes fúnebres divulgaron la noticia de que habían escuchado una voz que se reía y que cantaba. La muerte de Bell significó el final de la serie de acontecimientos, pero Lucy Bell dijo más adelante que una voz le anticipó que volvería en 1828.
Y durante una visita de tres semanas a su antigua residencia, John Bell junior divulgó que una voz misteriosa se había comunicado con él, prediciendo la Guerra Civil americana, la Gran Depresión y ambas guerras mundiales. Según la leyenda folclórica, cuando el espíritu se manifestó por última vez en 1828 dijo que volvería 107 años más tarde, es decir, en el año 1935… Pero no se divulgó ninguna información de hechos extraños relacionados con éste.
Pat Fitzhugh termina su relato de la leyenda diciendo que muchas personas creen que el espíritu efectivamente volvió en1935, tomó residencia en la antigua propiedad de Bell y continua allí hasta la actualidad. El escribe que el ligero murmullo de personas hablando y niños jugando a veces se oye en el área y dice que es muy difícil tomar una buena foto allí. Otras fuentes dicen que en 1935, año en que la bruja supuestamente debía regresar, no sucedió nada fuera de lo ordinario a los descendientes vivos de Bell que todavía tenían su residencia en la propiedad y esperaban algún gran disturbio.
