Bueno este año me perdí en el tiempo y de repente ya es octubre 19 a 12 días de Halloween. Lo bueno es que así no tengo que buscar tantos temas como el año pasado, lo malo es que es divertido hacerlo y este año no voy a tener tanto tiempo jajaja.
El primer post de este año relacionado con Halloween es sobre Drácula, si ya se… conmigo los vampiros son un tema recurrente, culpen a Anne Rice. Este vampiro en particular ha sido objeto de mucha publicidad a través de los tiempos, desde su nacimiento en 1897 y asi mismo ha dado bastante de que hablar, desde las criticas cuando fue publicado hasta los posibles orígenes del personaje. Asi que comencemos con la pequeña (si es que puedo) biografía del famoso Conde Drácula.
Drácula (Vlad Draculea) es el protagonista de la novela homónima del irlandés Bram Stoker, de 1897, que dio lugar a una larga lista de versiones de cine, cómics y teatro. Drácula es el más famoso de los «vampiros humanos». Se dice que Stoker fue asesorado por un erudito en temas orientales, el húngaro Hermann (Arminius) Vámbéry, que se reunió algunas veces con el escritor para comentarle las peripecias del verdadero Drácula.
Debido a algunas novelas y versiones cinematográficas de Drácula, mucha gente piensa que Stoker basó su personaje en una figura histórica: Vlad Tepes, conocido como Vlad el Empalador, y en leyendas de vampiros que circulaban en Europa oriental. Tepes vivió en el siglo XV y fue príncipe de Valaquia, (que junto con Moldavia y Transilvania constituyó el reino de Rumanía).
Desde muy pequeño, Tepes mostró una fascinación morbosa por las mazmorras del castillo de su padre. Es un héroe en su tierra, por la resistencia feroz que opuso al avance de los otomanos. Sin embargo, fue extremadamente cruel con sus enemigos, a los que condenaba a la pena capital de empalamiento. Cuenta la historia, y de hecho hay grabados que lo avalan, que Vlad Tepes echaba en un cuenco sangre de sus víctimas y mojaba en ella el pan mientras comía. El término Drácula deriva del rumano dráculea, que significa «hijo de Drácul», nombre con el que se conocía a su padre, quien integraba la Orden del Dragón, fundada por el rey Segismundo I de Luxemburgo, y cuyo atuendo era una capa negra, luego popularizada en las películas. A su vez, el término rumano drácul significa diablo, pero en sentido que aquí traduciríamos por «fenómeno» o «experto» en algo. En la Rumanía moderna, el castillo de Bran y la región en la que vivió este personaje son hoy en día un importante destino turístico.
Bram Stoker encontró una breve referencia al voivoda Drácula en un libro sobre Valaquia y Moldavia, en el que su autor decía en un pie de página: «Drácula, en la lengua nativa de Valaquia, significa ‘diablo’». La sonoridad de este nombre le gustó a Stoker, que había llamado originalmente a su vampiro «conde Wampyr». Decidió entonces llamarlo «conde Drácula». Sin embargo, Stoker no conocía nada sobre la vida del verdadero Tepes (de hecho incluso hoy en día se desconocen muchos aspectos de su vida y de su muerte). En realidad, la novela Drácula no tiene relación con la vida de Vlad Tepes. Tampoco se sabe nada sobre la personalidad y la visión y filosofía de Vlad, por lo que haríamos mal en pensar que el personaje de Stoker está basado en la personalidad de esta figura histórica. Si bien se dice que Arminius Vambéry (en realidad, Ármin o Hermann Bamberger) dio amplia información sobre Transilvania y sobre Vlad Drácula a Stoker, la verdad es que Stoker y Vambéry se reunieron pocas veces en Londres, y no fue necesariamente para hablar de vampiros. Nunca mantuvieron correspondencia, y no existen pruebas de que Stoker conociera algo sobre Tepes.
Para describir los paisajes de Rumanía, Stoker se sirvió de dos obras: una, de Emily Gerard, es La tierra más allá de los bosques (1888); y la otra, un Informe sobre los principados de Valaquia. Para hallar al verdadero Drácula histórico, debemos remitirnos a los antecedentes literarios de la novela de Stoker: en Varney el vampiro, y en los textos de Polidori, Charles Nodier, E.T.A. Hoffmann, Samuel Coleridge, Sheridan Le Fanu, Teophile Gautier y otros, veremos cómo el personaje del vampiro clásico se va desarrollando poco a poco hasta convertirse en el que todos conocemos con el nombre de Drácula.
Se sabe actualmente que Bram Stoker se basó en la figura de la condesa Erzsébet Báthory (1560-1614), que, según la leyenda, era una gran bebedora de sangre, y en ella se bañaba creyendo que eso le devolvería la juventud. Vivía en Hungría, y publicaba avisos en los que solicitaba doncellas para integrar su corte, y a las que acudían las asesinaba luego para quitarles la sangre y bañarse en ella. Cuando fue descubierta, en las mazmorras de su castillo se descubrieron decenas de cuerpos de mujeres a los que les faltaba la totalidad de la sangre. Sin embargo, muchos historiadores coinciden en que esto no era más que invención de sus enemigos para buscarle la muerte y hacerse así con sus posesiones. Todos los ayudantes de la condesa Báthory fueron decapitados, y ella, condenada a vivir encerrada en su cuarto, recibía los alimentos por un hueco practicado en la pared, ya que por aquel entonces la pena capital estaba prohibida para la nobleza.
Una de las más que posibles grandes referencias sobre todo lo que rodea a esta novela es el relato anónimo El extraño misterioso. Se trata de una obra anónima alemana de fecha desconocida, traducida posteriormente al inglés y publicada en 1860. En ella aparecen muchos de los que después han sido temas del mundo vampírico, tanto en la literatura como después en el cine.
En algunas ediciones, la novela va precedida del cuento El invitado de Drácula o El huésped de Drácula. En él, Jonathan Harker, ya de viaje a Transilvania, se encuentra aún en Múnich, desde donde habrá de tomar un tren que lo llevará a Viena y después a Budapest. Una tarde, desde Múnich, sale de paseo en un coche de caballos. Al no faltar mucho para acabarse el día, el cochero quiere regresar porque ésa es la Noche de Walpurgis. Como buen inglés, Jonathan despide al cochero y continúa el paseo a solas y a pie. No está clara la autoría de esa historia. Según algunos, se trata del principio de la novela, que fue eliminado de la primera edición por considerar el editor que, de no hacerlo así, la narracion habría resultado demasiado larga. Según otros, la autora sería la viuda de Stoker; según otros más, el propio editor…
En las primeras páginas de su novela, Stoker insinúa la seducción horrorosa del vampiro. En un castillo decadente, rodeado de un paisaje invernal y solitario, un hombre cultivado, aristocrático y atemorizante acaba de franquear la entrada a un joven inglés con la frase clave: «Entre usted libremente y por su propia voluntad».
El conde Drácula no refleja su imagen en los espejos; y es que la superstición decía que el vampiro había perdido su alma (las antiguas culturas relacionan la imagen reflejada con el espíritu). Drácula es peligroso, repugnante y veladamente sensual. Pronto se verá que convive con tres jóvenes vampiras de figura voluptuosa. Esta imagen del vampiro no es un invento de Stoker: se había desarrollado ampliamente con anterioridad, desde la publicación del relato El vampiro de Polidori en 1816 hasta la publicación de La buena Lady Ducayne: esta última obra, en 1896, un año antes de la publicación de “Drácula”.
Stoker conocía los detalles de la superstición y atribuye a Drácula los rasgos peculiares del vampiro, tales como:
- La capacidad de hacer que cambie el tiempo.
- Lograr obediencia de seres repulsivos, como las ratas, moscas, arañas y los murciélagos, pero también de los lobos y los zorros.
- Una fuerza sobrehumana.
- Convertirse en animal o en niebla.
- Perder facultades durante el día. El vampiro huye de la luz diurna, que lo debilita pero no lo destruye: puede moverse a medio día durante un escaso período de tiempo (el conde Drácula, en la novela, aparece a plena luz del día buscando a Mina Harker).
- Dormir sobre tierra, traída de su lugar natal, en el interior de un ataúd.
- Beber sangre humana (su único alimento) y convertir en vampiros a quienes aseste su mordedura fatídica y bautice con su propia sangre haciéndoles beberla. Si únicamente son mordidos, no se transforman en vampiros.
- Se le puede mantener a raya con crucifijos, ristras o flores de ajo, la Sagrada Forma consagrada y agua bendita; pero para que muera realmente, se le ha de clavar una estaca en el corazón o se lo ha de decapitar.
El Drácula de Stoker tiene todos los elementos de los vampiros que lo precedieron, más algunas características tomadas del hombre lobo, cuya historia había sido publicada poco antes.
En el animé Hellsing, se relata la vida de Alucard (Drácula dicho en forma reversa) en la cual se le puede ver como un siervo de la familia Hellsing y es el mejor agente de la Organización Hellsing (organización destinada a destruir los vampiros que amenazan a Inglaterra). También es protector de la familia. Aunque su ama actual es Integra Hellsing (nieta de Abraham Van Helsing), fue convertido en siervo de la familia por éste, que lo capturó, lo puso bajo llave en el sótano del castillo Hellsing y lo destinó a no beber sangre durante muchos años, de manera que se debilitase pero no muriera. En su lecho de muerte, Arthur(hijo de Abraham Van Helsing) entrega la llave a Integra, le revela la existencia y el cautiverio de la criatura y le dice que, si en algún momento de su vida necesita ayuda y ve en peligro su vida, le quedará la posibilidad de liberarlo bajo su propio riesgo. A su vez, este personaje, como Vlad Tepes, termina por empalar a Incógnito (enemigo final de la primera serie animada), y tras un relámpago que desvela lo que probablemente es su verdadero rostro, aparece una versión en animé del conde Dracula parecido, más que al Drácula literario, a Vlad Draculea Tepes “El Empalador”. En el manga “Hellsing”, Alucard tiene varios niveles de restricción de poder, siendo liberados por Integra Hellsing o por el mismo en situaciones extremas; en el nivel de restrcción 0(el más permisivo)Alucard pasa de aparentar unos 20 años a unos 40, y su rostro es muy parecido al de Vlad Tepes “El Empalador”