Nahoki

Anoche falleció mi perrita, la compañera de mi familia por 10 años 2 meses y algunos días. A Nahoki, más que una mascota, y al igual que a nuestros otros perros, la consideramos como un miembro más de la familia. Para mi y mis hermanos ella era una hija, para mi mami su nieta adorada, la bebé con la que pasaba todo el día.
Entre sus travesuras y sus gracias, sus enfermedades y los sustos que ellas causaban, el tiempo voló. Pero durante estos años, ella nos demostró que era lo suficientemente inteligente para comprendernos y para hacernos entender sus necesidades. Se comunicaba con nosotros, en especial con mi mamá, mediante sus gestos, su mirada y el ocasional ladrido. Aunque claro, ayudo mucho el que ella nos acostumbró a que al llegar siempre le trajéramos algo, que cuando nosotros comíamos, ella también. Nos acostumbramos a que ella tenía que participar de todo lo que hiciéramos.
Eso hizo que tengamos recuerdos hermosos y que van a estar por siempre con nosotros. Ella estuvo ahí cuando me gradué del colegio, cuando egrese y me gradué de la universidad, en todos los cumpleaños sabíamos que la torta no podía ser de chocolate o había que traerle algo especial a ella, en todas las navidades ella también tenia sus regalos y ella, con la ayuda de una de las más especiales ayudantes de Papá Noel (mi mami), también nos daba un pequeño regalo. Pero no solo la hacíamos compartir los buenos momentos. Ella nos animaba cuando estábamos tristes, en especial luego de la muerte de mi papá.
Naito, como le deciamos decimos de cariño, siempre nos sorprendía con algo. Sus travesuras de cachorra incluían dañar la ropa de quien la retaba (generalmente mi papá), acostarse en las alfombras cuando estaba mudando su pelaje o entrar en la cocina y comer cualquier cosa que estuviera servida. Y en una única navidad, tratar de ayudar a mi papá a decorar el nacimiento. A medida que creció, descubrió que en vez de dañarnos la ropa podía simplemente aplicarnos la ley del hielo de una forma muy creativa. Dado que los Akita-Inu generalmente no ladran, ella simplemente se iba y no le hacia el más mínimo caso a la persona que la había hecho enojar hasta que se disculparan con ella.Y mi mami nos decía que Naito nos iba a hablar en una semana.
Naito, al igual que a mi, no le gustaba que le tomen fotos, pero si estaba de buen humor se dejaba tomar unas cuantas, si estaba de excelente humor uno podía tomarle fotos que se veían graciosas. Al igual que a mi mamá y a mi no le gustaba que la estén abrazando y besando por mucho tiempo, pero si le gustaba que le demuestren cuanto la queremos. Siempre le gustó sentirse consentida. Voy a extrañar muchisimo a mi osita, pero lamentablemente el tiempo es implacable e irreversible. Le llegó la hora de irse y de reunirse con nuestros otros familiares perrunos y con mi papá. Ahora puede jugar con sus padres, Keiko e Hirohito, con sus muchos hermanos y con su querido perrito Puñito.
Te vamos a extrañar muchisimo Naito, y te agradecemos todas las alegrias que nos diste. Te queremos muchisimo osita.

 

 

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