Lo particular de este libro es que, a pesar de ser un libro policiaco, lo sentí más como una narrativa dedicada a la política de la época en que se desarrolla. Ambientada en China a inicios de los noventa, el Inspector Chen Cao no es un policía común pues es también poeta y para tener un ingreso extra traduce novelas policiacas. A él le toca investigar el asesinato de una trabajadora modelo de alto rango debido a las conexiones políticas de los sospechosos, se ve amenazada su carrera y se podría decir que hasta su posición social.
Para mi la trama del asesinato no es más que el escenario donde se desarrolla el drama político. La muerte de Guan Hong Ying (la heroína roja) pasa a segundo plano y permite vislumbrar la cultura y la forma en que se manejaba la sociedad en ese entonces dentro de China.