Fausto es una de esas obras de literatura de fama mundial, que la mayor parte del mundo reconoce, pero que hasta hace poco nunca había leído.
El libro toma el nombre del protagonista, quien vende su alma al diablo a cambio de que Mefistofeles haga toooodo lo que Fausto le pida, pero si Mefistofeles llega a complacerlo tanto que Fausto quiera prolongar ese momento eternamente el morirá y deberá servir al demonio por toda la eternidad…
La adaptación de Wishbone me intrigó cuando era pequeña, pero al tener el libro, que es en estilo guión (con dialogos tan extensos que se lo considera para lectura más que para puesta en escena) llegó a aburrirme, las divagaciones filosóficas se volvían para mi demasiado pesadas y dificiles de seguir. A más de eso, lo fui leyendo por partes por lo que me perdía en la historia demasiado. Espero algún día releerlo y aprovechar mejor su lectura.
