Este fue el primer libro que leí este año y del que por intentar (infructuosamente) ponerme al día en los reviews que tengo pendientes aún no había escrito.
Realmente creo que Werther era un idiota, pues a mi parecer tenía muchas ventajas que le ayudaban en su día a día. Su mayor problema fue causado por si mismo y fue su obsesión con Charlotte lo que lo llevó a la ruina o mejor dicho a su tumba.
No califico el sentimiento de Werther como amor pues siento que nace del hecho de que él idealizó demasiado a esta mujer y estoy convencida de que si hubiera logrado casarse con ella, luego de desilusionarse, la hubiera odiado y probablemente el desenlace sería el mismo: el suicidio de Werther.
Claro, aparentemente el tema de estos amores obsesivos es un tema recurrente en la literatura de la época, recordemos que Manon Lescaut fue publicado incluso antes que este libro y también tiene esa temática del amor inalcanzable por el que el protagonista está dispuesto a todo. Por supuesto, el desenlace es completamente diferente en Manon, pues ella muere y el Chevalier Des Grieux la tendrá para siempre como “La mujer”.
La diferencia fundamental que encuentro es que Werther, tal vez por las influencias de la época vivia en un ennui que le impedía ver aquellas cosas que valían la pena en su vida más allá de ese amor imposible.
Realmente no considero que me logre identificar con ninguna parte del libro y de hecho lo encontré un tanto aburrido.