
Intensa. No creo que tenga una mejor palabra para describirla. Te lleva de la mano de la protagonista, la señora Armitage, por sus recuerdos, sus matrimonios, sus pesares y sus alegrías.
Vas con ella al psicólogo y, a base de sus recuerdos, comienzas a vislumbrar su identidad o tal vez la falta de ella. Pasa de ser hija a esposa, rápidamente a madre y creo que es justo en este punto donde se pierde a si misma. Y es que con dos matrimonios fallidos y una viudez, la única certeza que cree tener es ser madre. Esto llega al punto de que, nunca nos dan el total de hijos que tiene y cuando tiene un aborto y se esteriliza, a regañadientes y luego de que la convenció su marido Jake, ella pierde por completo su identidad.
Aquí quiero hacer una pausa. ¿Se dieron cuenta de lo chocante que se escucha “esterilizar” cuando hablamos de personas? Creo que tenemos ingresados en nuestra mente los conceptos de maternidad y paternidad tan fijamente que la sola idea de quitar esa posibilidad nos llama la atención.
Desde el punto de vista narrativo, vemos la historia solo desde la perspectiva de la Sra. Armitage. Es únicamente su voz la que nos narra la historia y considero que esta narración es poco fiable. Especialmente porque es ella misma quien nos advierte que esta tratando de ser sincera al inicio y nos dice al final que tal vez hay cosas que no pasaron o que fueron solo sueños, pero que son reales para ella.
Publicada en 1962, nos muestra el mundo de esa época. La historia está ambientada en Gran Bretaña. Pero vemos temas universales, como el rol de la mujer en la sociedad, el matrimonio y la maternidad. Aunque han pasado casi 60 años entre su publicación y la actualidad, nos damos cuenta de que hay cosas que aún no han cambiado. La sociedad sigue aún esperando que las mujeres deseemos ser madres. Aquella que exprese lo contrario, según con quienes esté hablando, “no sabe lo que dice” o “ya va a cambiar de opinión” sin importar. Como experiencia personal, en más de una ocasión me han dicho eso e incluso en alguna ocasión dos amigas de mi mamá simplemente me ignoraron para asegurase mutuamente que yo iba a cambiar de opinión.
Por supuesto el tema de la maternidad es solo un matiz de los que tiene la novela. Pero ese el que me llamó más la atención pues es el que, como comenté anteriormente, me parece ha perdurado más.
Realmente, El Devorador de Calabazas nos invita a reflexionar en los roles que tenemos dentro de una pareja y en como nos identificamos nosotros mismos.
Esta es una reseña que tenia pendiente. El libro lo leí en 2019 como parte del ciclo “El Curso del Amor” de mi club de lectura.