Otra re-lectura. La segunda del año. Leí este libro en 2013 según mis registros… pero no tome notas ni tengo subrayados de esa época.
Es el segundo libro de la serie Song of the Seraphim. En este libro percibo a una Anne super pegada a su religión y a su Dios. Una Anne que cuestiona los años que estuvo alejada de sus creencias. Extraño a esa Anne de Entrevista con el vampiro y en especial a la de Memnoch, la que cuestiona la razón misma de creer, la que habla (a través de Lestat) del Jardín Salvaje.
La trama gira en torno a Toby O’Dare quien, bajo el pseudónimo de Lucky the Fox, era un asesino a sueldo. Él es escogido por Dios y por los ángeles para “hacer el bien” y sus misiones en lo que él denomina Angel Time son la respuesta a las plegarias de alguien. En el caso de esta aventura, las de Vitale. Un médico judío que está siendo acusado de embrujar a Niccolo, su amigo y paciente. Toby en instantes reconoce todos los signos de lo que realmente está sucediendo: el medio hermano de Niccolo, en venganza por decisiones de su padre, lo está envenenando. En algo que me pareció super Deus-ex-machina, Toby reconoce a primera vista la planta que se está usando para envenenarlo.
Creo que la parte que más me llamó la atención en esta re-lectura fue la conversación con Anakou, el demonio enviado a tentarlo.
Como siempre la ambientación de los hechos históricos es genial. En este aspecto Anne nunca decepciona. De hecho usa sucesos reales para la historia del fantasma que pena en la casa donde vive Vitale.
El cliffhanger con el hijo de una de sus victimas como Lucky the Fox fue un tanto predecible, pero te deja queriendo saber que pasa a continuación. Lo malo es que este libro ya tiene sus 11 años y no hay una secuela…aún.
Como dato interesante, la primera vez que vi el termino dybbuk fue en este libro y posteriormente hice un post sobre ellos.
El rincón de Geovis 